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Crónica Veleta Hacienda El Cuzco

S


e organizó en el recinto ferial del municipio de Utrera, provincia de Sevilla, concretamente en la Caseta Municipal y Salón de Grados para conferencias y entrega de premios, la VII convocatoria anual dedicada exclusivamente a la Avicultura por su importancia genética estratégica, con una importantísima presencia del Gallo Combatiente Español, de la Federación Andaluza de Defensores del Gallo Combatiente Español FADGCE, así como de ilustres galleros de renombre.

Vista general de la Exposición donde se puede apreciar la gran afluencia de público.

D. Antonio Calvo Romero en plena conferencia magistral.

La feria fue inaugurada por las Autoridades el día 23 de Diciembre de 2010 y pudimos disfrutar de esos bellos ejemplares hasta el día 26 de diciembre de 2010. Dentro del ciclo de conferencias de la feria, podemos destacar la pronunciada por D. Antonio Calvo Romero sobre ”la Historia del Gallo Combatiente Español” por su profundidad y rigor, adornada con multitudes de anécdotas que ponen en valor el mundo gallístico, por su pasado, presente y, si queremos, por su futuro.

Hay que destacar la gran afluencia de público, que convocatoria tras convocatoria, es capaz de aglutinar cada vez más personas, con un nivel aprendido o mejorado digno de reseñar. Todo ello, a pesar de las gélidas temperaturas que soportamos, junto con la humedad que hace calar bien dentro.

Las dependencias del Gallo Combatiente Español estaban franqueadas por una reproducción exacta de una batallola de madera de las que existían en los reñideros hasta principio de los años 1950, de unos dos metros y medio de diámetro y sección circular, realizada por encargo de la FADGCE, dentro de esa labor que desempeña de puesta en valor de lo antiguo y rescatar y promocionar toda esa cultura anexa a los gallos, con su esterilla de esparto (Stipa tenacissima), realizada a mano por un magnifico artesano de los que aquí hay, que se ajusta perfectamente al suelo de la batallola, que permite ese agarre y sujeción sin igual, y por un estand de la FADGCE, asistido muy cordialmente por D.Tulio Calvo Amuedo, en el que se explicaba perfectamente la raza según la oficialidad APA/53/2007 de 13 de enero, de gallos combatientes español, así como una lamina explicativa de la fisionomía de un Gallo Combatiente Español, con nombre del gallo, peso, tatuaje del ala derecha que tiene que incluir el numero de socio criador y tatuaje del ala izquierda que tiene que incluir el año de crianza así como numero de orden, además de términos como caireles y esclavinas entre otras para señalar partes muy concretas de nuestro gallo. Dentro de dicho estand unas Taquillas, en forma de modulo de seis casillas, en tres niveles, de madera, con barrotes de junquillos, un bebedero y un comedero, hogar para el reposo de nuestros gallos (La calidez de acogimiento de la madera se agradece en estos días gélidos).

D. Antonio Calvo Romero y D. Tulio Calvo Amuedo apoyados en la batallola, delante del estand de la FADGCE.

Una recreación dentro de la batallola merece un apartado especifico, se trata de un jaulón, con una gallina en su interior y sus cinco pollitos recién salidos, saliendo y entrando al menor temor buscando la protección, de caña (Arundo donax), que pone en valor la estética, la rusticidad minuciosa digna de estar en el mejor de los museos gallísticos y la crianza por encima de todo, todo ello, en el ruedo del recinto de la batallola.

Los jaulones de los gallos eran metálicos, quizás un poco fríos, si bien permiten una observación casi perfecta, con ejemplares de prácticamente todas las líneas, destacando los Wiriris, los colorados, los colinos, los jiros, los pechinegros, los javaos, rodeados de reseñas históricas como las del gallo de Escocia, mosaico de 14 pulgadas, la pelea de gallos del mosaico de la casa de Paquio Proculo de Pompeya, la pintura románica del gallo de la Cripta de la Real Colegiata de San Isidoro en León, entre otros.

Reflexión Inicial:

Difundamos nuestra cultura, como escenarios y ferias como esta, por todo el mundo, permitiendo así, con actuaciones como estas, que nuestras próximas generaciones puedan disfrutar de una de las mejores facetas de la vida que puedan existir; Una simbiosis sin igual ni parangón, “Un gallo que nos alegra nuestra vida, y nosotros para cantarle”, eso sí, y no al revés.

D. Antonio Calvo Romero en la entrada de la Hacienda El Cuzco.

Tras dicha visita de la VII convocatoria anual dedicada exclusivamente a la Avicultura por su importancia genética estratégica, procedimos a una aventura de origen iberoamericano y su vinculación gallístico toreril, todo ello de regreso a Los Palacios, Sevilla.

Utrera dista de Los Palacios unos doce kilómetros, si bien, tomamos una carretera de carácter comarcal, acorde a los tiempos climatológicos, por su rusticidad, campos anegados limítrofes a la traza, cursos de arroyo serpenteando sin tener claro cuál es su cauce, ganado buscando los puntos altos huyendo de la humedad, denominada la de Don Rodrigo, escasa circulación y que nos permitió llegar al descubrimiento magno.

Nos remontamos a varios siglos atrás, en torno al 1774, cuando un indiano (persona que se fue a hacer las Américas, y tras triunfar, regreso a su tierra, comprando unas tierras excepcionales, donde se criaban esas aceitunas gordales que divisaban la Giralda (no hay mayor signo de calidad que este parámetro) con derecho a Hacienda, pues tendría molino de aceite o almazara, en el término municipal de Los Palacios, y como muestra de su gratitud, no pudo por mas, que nombrarla Hacienda El Cuzco, en honor a esa población que le vio y permitió renacer económicamente.

Generaciones posteriores, esa Hacienda El Cuzco fue adquirida por una gran figura del toreo, Ricardo Torres Reina “Bombita”, que unida a su afición por las peleas de gallos, quiso que la muestra de los vientos, a la luz del sol y de la luna, como si de un desafío se tratase, marcase al instante los derroteros del levante (viento procedente de esos lares), del poniente (vientos contrarios a los anteriores), del Norte (vientos geográficos fríos) o del Sur (cálidos y secos), a través de una veleta.

Patio de la Hacienda El Cuzco donde podemos observar la veleta gallera.

Veleta de dos gallos enfrentados.

La pelea de dos gallos combatientes español, enfrentados, encarados, con la cola recortada, tusados, como a la antigua usanza, con el pico un poco abierto para hacer más natural la escena, cogiendo aire para exponer todo lo que sale de él. Es de forja, pintada de negro para mejorar su conservación, si bien, por que no soñar si originariamente, debajo de esa capa de protección, alberga los colores giros, los ribetes de los gallinos azules o los tonos rojos de los gallos colorados. No pueden ser los encarados colinos o bolos, por razones obvias ya descritas.

Detalle torre de la Hacienda El Cuzco.

Se encuentra divisando los campos de frutales, sin hojas, pero con las yemas ya formadas, que nos permitirán disfrutar de esas frutas denominadas nectarinas (Prunus domestica), como si de tetas de novicia fueran, con ese almíbar sin igual, el patio interior de la hacienda, con esos naranjos que embriagarán con el olor de azahar, por abril, que es cuando florecen aquí, al Señor del buen viaje, que es el que vive ahí, en la capilla destinada a ese buen fin.

Reflexión Final:

Todo gallero que se precie, debe de ser bien agradecido, y no hay mayor deber que poner en su casa, hogar, criadero, gallera o gallería, una veleta, en el punto más alto, aprovechando esos cauces para divulgar esta cultura por todos los lugares y señalando los vientos que discurren, cuestión importante que nos indicara ese día ideal para la pelea, además de transmitir...

Antonio Calvo Romero