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Amarre de gallos combatiente español jerezano o andaluz

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as peleas de gallos combatientes español jerezano o andaluz, según establece el reglamento de la Federación Andaluza de Defensores del Gallo Combatiente Español FADGE, se establecen entre otros parámetros de obligado cumplimiento, que en el caso de pelea de polluelos tienen que tener igual peso, y espuelas, naturales (no se permite ningún tipo de artificio) de no más de 15 mm de longitud, a medir por un escantillón reglado, y en el caso de gallos, longitud de espuelas entre 15 y 20 mm, iguales entre contrincantes.

Las espuelas tienen un crecimiento continuo, que llega a sobrepasar esta longitud de 20 mm, si no se procede a la labor minuciosa y delicada del Amarre de los gallos.

Se empieza por sentarse en una silla con respaldar, bien firme, que permita depositar al gallo sobre nuestras piernas, pues hemos de tener libres las dos manos, aunque una parcialmente, pues se encarga en parte de sujetar inmóvil al gallo.

Con una navaja, preferentemente de El Cuervo, municipio de reciente creación administrativa, y sin embargo amplia historia, de la provincia de Sevilla, región de Andalucía y país España, se desbasta la espuela. Es una operación rápida que no debe de llevar más de 15 segundos, no más de dos o tres pasadas.

Una lija de manicura nos ayudara a afinar, para pulir este necesario y bello trabajo, desde su base hasta casi la punta de la espuela.

El hilo de color colorado o “colorao” como gusta decir aquí. Es similar al rojo. Un buen gallero que se precie debe tener un buen ovillo en su gallera, pues la mejor manera de sujetar sus gallos. Empezamos por dar unas cinco vueltas a la espuela, sin apretar, simplemente depositando el hilo y cortamos. Con la ayuda de pegamento del conocido mundialmente por Imedio, impregnamos el hilo, para su fijación. Posteriormente, vamos a fijar la espuela a la pata, con la ayuda del hilo, rodeando la pata unas cuatro veces por debajo de la espuela, unas dos vueltas a la espuela, y otras cuatro vueltas, por encima de la espuela y rodeando la pata. Ayudándonos del pegamento Imedio volvemos a fijar el hilo a la espuela y en este caso también a la pata.

Repitiendo esta operación, en la otra espuela, conseguiremos tener amarrado legítimamente un gallo combatiente español, jerezano o andaluz.

Esta operación fue magistralmente realizada ante mis ojos muchas veces, sin ir más lejos, el sábado 12 de Marzo de 2011, por Sebastián Garrido Gil, “Mirapoquito”, jerezano de cuna y hacer, marinero cuando se embarcaba con gallos y aviador cuando volaba con ellos, y he de decir, que todo lo que he intentado transmitir, no duro en la realidad más de tres minutos de reloj. Lo bien hecho, bien queda, y es además el camino más rápido.

Un amigo,

Antonio Calvo Romero

Los Palacios, Sevilla, Andalucía, España